Registro de
dominio y hosting

Registrar un dominio implica adquirir el derecho exclusivo sobre un nombre único en Internet para tu sitio web. Obtener un hosting significa contratar un espacio en un servidor web para almacenar los archivos y datos de tu sitio, permitiendo que esté accesible en línea.

Para identificar en qué servicio de hosting se encuentra alojada una página web, puedes verificar la dirección IP del servidor, buscar la dirección IP en bases de datos del hosting, inspeccionar el código fuente de la página web para buscar pistas sobre el proveedor de hosting o utilizar algunas herramientas especializadas en análisis de sitios web.

Sin hosting, tu sitio web no estará disponible en internet. El hosting es necesario para almacenar los archivos y datos de tu página web y para que sea accesible en línea.

Hay varios proveedores de dominios confiables como GoDaddy, Hostinger o Google Domains, entre otros. La elección dependerá de tus necesidades específicas.

Puedes comprobar la disponibilidad de un dominio visitándolo en un navegador web o utilizando herramientas de búsqueda de dominios disponibles en los registradores.

La cantidad de dominios que puedes alojar en un hosting depende del plan que hayas adquirido. Algunos planes permiten alojar múltiples dominios, mientras que otros son para un solo dominio.

Existen distintos tipos de hosting, entre los que se encuentran:

• Hosting compartido: es una opción donde múltiples sitios web comparten los recursos de un mismo servidor. Este tipo es económico y fácil de usar, ya que los costes se dividen entre varios usuarios, por lo que es ideal para sitios web pequeños o en crecimiento que no requieren una gran cantidad de recursos. Sin embargo, al compartir recursos, puede haber limitaciones en el rendimiento y la escalabilidad. 
• VPS (Servidor Privado Virtual): ofrece un entorno virtualizado dentro de un servidor físico compartido. A diferencia del hosting compartido, cada usuario en un VPS tiene recursos dedicados y su propio espacio aislado, lo que permite un mayor control y flexibilidad. Los usuarios pueden configurar el entorno según sus necesidades, instalar softwares personalizados y administrar su propio servidor virtual. Es adecuado para sitios web medianos con tráfico moderado que necesitan más recursos y control que el hosting compartido, pero no requieren un servidor dedicado completo.
• Hosting dedicado: este tipo de hosting ofrece un servidor completo dedicado exclusivamente a un único usuario. Esto significa que todos los recursos del servidor, como CPU, RAM, espacio de almacenamiento y ancho de banda, están dedicados únicamente a ese usuario. Proporciona el máximo nivel de control, rendimiento y seguridad. Es ideal para sitios web con alto tráfico, aplicaciones web complejas, tiendas en línea con gran demanda de recursos o proyectos que requieren un alto nivel de personalización y seguridad.

Para tener un hosting, necesitas un nombre de dominio registrado y elegido, así como seleccionar la opción que mejor se adapte a tus necesidades. Por otra parte, es importante contar con los archivos y contenido de tu sitio web listos para ser alojados en el servidor.

Algunos de los beneficios de un hosting son:

• Disponibilidad y accesibilidad continua: el hosting permite que tu sitio web esté disponible las 24/7, permitiendo a los usuarios acceder a tu contenido en cualquier momento desde cualquier parte del mundo.
• Almacenamiento de archivos y datos: al proporcionar espacio para almacenar archivos, imágenes, bases de datos y otros datos relacionados con tu sitio web, permite la creación y el funcionamiento del contenido de la página.
• Rapidez y rendimiento: un buen servicio de hosting puede contribuir a la velocidad de carga del sitio web, lo que es crucial para la experiencia del usuario y el posicionamiento en los motores de búsqueda.
• Seguridad: se suelen incluir medidas de seguridad adicionales, como firewalls, protección contra malware, copias de seguridad automáticas y certificados SSL, que protegen la integridad de los datos y la información de los usuarios.
• Escalabilidad: algunos servicios de hosting ofrecen la posibilidad de aumentar los recursos según las necesidades del sitio web, permitiendo realizar cambios a medida que el sitio crece en tráfico y contenido.
• Correo electrónico: Muchos servicios de hosting proporcionan la capacidad de crear direcciones de correo electrónico personalizadas con el nombre de dominio del sitio web.
• Compatibilidad con aplicaciones y plataformas: Los servicios de hosting pueden ser compatibles con una amplia gama de aplicaciones y plataformas, facilitando la instalación de sistemas de gestión de contenidos (CMS) como WordPress, Joomla, entre otros.

Al cambiarte de hosting, necesitarás trasladar tus archivos y datos del sitio web al nuevo servidor. Esto implica realizar copias de seguridad, configurar cuentas de correo electrónico si es necesario y modificar la configuración de tu dominio para apuntar al nuevo servidor.

El coste de un dominio puede variar según la extensión (.com, .net, .org, etc.) y el proveedor. Los precios pueden oscilar desde unos pocos euros hasta cifras más elevadas para dominios premium

Algunos proveedores de hosting ofrecen dominios gratuitos como parte de sus planes de alojamiento. Sin embargo, estos dominios gratuitos suelen tener limitaciones y pueden no ofrecer la misma flexibilidad o profesionalismo que un dominio pagado.

Dependiendo del proveedor, el registro de un dominio generalmente se realiza de manera instantánea o dentro de unas horas una vez completado el proceso de compra y verificación.

Para habilitar un dominio, es necesario configurar su DNS (Sistema de Nombres de Dominio) para que apunte al servidor de hosting correspondiente. Esto se hace a través del panel de control del registrador de dominios o del proveedor de hosting.

Un dominio puede tener una duración mínima de un año y se puede renovar anualmente. Mientras se realicen los pagos de renovación, el dominio seguirá estando activo en internet.

Para cambiar el dominio principal de un hosting, debes modificar la configuración de tu cuenta de hosting, asignando el nuevo dominio como dominio principal y ajustando la configuración DNS según sea necesario.

La cancelación del hosting suele realizarse a través del panel de control del proveedor de hosting. Se requiere seguir un proceso específico, que varía según el proveedor, para solicitar la cancelación, y es importante asegurarse de respaldar los datos antes de hacerlo para evitar pérdidas de datos.